Mateo Morral Roca nació en Sabadell en 1880. Aunque su familia era de origen burgués –ricos comerciantes textiles de Barcelona- él profesó el anarquismo durante toda su corta vida. Estudió, sobre todo, idiomas, y viajó mucho, siguiendo la costumbre educativa de las clases adineradas de la época. Fue en Alemania donde conoció el anarquismo, pensamiento del que ya no se separaría hasta la muerte.
De vuelta a España, no quiso seguir con el negocio de la familia, alegando, lógicamente, incompatibilidades de conciencia. Conoció a Ferrer Guardia, uno de los padres de la pedagogía libertaria –más adelante, para encuadrar mejor la historia, daremos una pequeña nota biográfica de Ferrer, aunque poco tenga que ver con Madrid- y comenzó a trabajar con él como bibliotecario, etapa en la que escribiría alguno textos breves como “Pensamiento Revolucionario de Nicolás Estévanez”, publicado con un prólogo de Federico Urales (pseudónimo de Montseny, padre de Federica)
Muy poco se sabe de este episodio y de cómo entra en contacto con el grupo que tiene previsto atentar contra el rey. Lo cierto es que en 1906 viaja a Madrid con una bomba de fabricación casera oculta en el equipaje, se hospeda en una pensión del tercer piso del número 88 de la calle Mayor. Espera pacientemente que llegue el 31 de mayo, el día de la boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia y a que la comitiva real pase exactamente frente a su balcón. Según Pío Baroja, la bomba se la había entregado diez días antes, procedente de Francia y envuelta en una bandera francesa, el militar y ex ministro de la Guerra durante la Primera República, Nicolás Estévanez.
Llegado el momento, Mateo Morral escondió la bomba en un ramo de flores y lo lanzó contra la carroza real. Sin embargo, las cosas no resultaron según el plan previsto y estudiado. En su caída, el ramo tropezó con el tendido del tranvía y se desvíó hacia la embobada muchedumbre que miraba y aplaudía al paso de los monarcas. Los reyes salieron ilesos, pero casi treinta personas murieron.
Y ahora veamos que tienen que ver Mateo Morral, José Nakens y Francisco Ferrer Guardia.
La misma tarde del atentado, Morral, conociendo los principios revolucionarios del periodista se presenta en la redacción de El Motín y confiesa a Nakens ser el autor del fallido regicidio. Nakens no es partidario del terrorismo pero, mucho menos, de la delación, así que primero lo acoge durante dos días y, después , le da algo de dinero y le ayuda a salir de Madrid.
El dos de junio paró a comer en un ventorrillo cercano a Torrejón de Ardoz y allí fue reconocido por varias personas que avisaron a un guardia jurado particular de campo -¡ya existían estos fantoches!- Fructuoso Vega, que tras algunas averiguaciones, le conminó a seguirle al cuartelillo de la Guardia Civil. Se entregó pacíficamente, pero, al enterarse dónde iba y no estando seguro de poder resistir los hábiles interrogatorios del Cuerpo con el fin de que delatara a sus compañeros, decidió arrebatarle el arma al guardia. Lo ejecutó y luego se suicidó.
La relación de Morral y Francisco Ferrer Guardia, ya la hemos dicho: colaboración en la puesta en marcha de la Escuela Moderna.
Ferrer (1859-1909) Fundó las bases de una pedagogía laica, con alumnado mixto y en la que se había proscrito, entre otras cosas, el sistema tradicional de castigos. Esta institución tuvo la oposición inmediata de los estamentos oficiales y, por supuesto, de la Iglesia. Aunque . en la distancia, este profundo anticlericalismo es lo que unió a Ferrer y Nakens y por lo que cumplieron dos años de cárcel, hasta el indulto, que tuvo que llegar ante la imposibilidad de demostrar una relación más profunda con Morral.
Sin embargo, Ferrer no fue dejado nunca en paz. Poco después de salir de la cárcel marchó a Europa y por allí fundó escuelas libertarias y periódicos pedagógicos, llegando sus influencias a los mismísimos Estados Unidos hasta bien entrado el siglo XX. Aún hoy, la Universidad Rutgers, del estado de New Jersey, sigue aplicando algunos de sus pincipios y celebra una vez al año una reuníon de antiguos alumnos que han ido por todo el mundo recopilando los escritos de Ferrer para depositarlos después en la biblioteca de la Rutgers. En sus folletos publicitarios se destaca “Discrimination Policy”.
Pues bien, a su regreso a España fue detenido y acusado de ser el instigador de las manifestaciones en contra de la guerra de Marruecos que se habían producido en julio de 1909 y que se conocen como la “Semana Trágica”. El día 13 de octubre de ese año fue fusilado en medio de una gran tensión política. , llegando a crear tal furor popular en España y el extranjero que provocó la caída del gobierno de Antonio Maura.
José Javier González de la Paz, militante de C.G.T. y periodista.