Mucho nos tememos que del Plan de Igualdad del Ayuntamiento de Madrid no hay nada de nada. Desde hace cinco años (ya el anterior Acuerdo-Convenio Cangrejo lo recogía), está comprometida la negociación de un Plan de Igualdad, pero parece ser que a día de hoy todavía no han encontrado tiempo para ponerse a ello.
Incluso parece que, conociendo el percal, y anteponiéndose al desinterés manifiesto de la Corporación, el compromiso de quienes negociaron el Acuerdo vigente era iniciar la negociación del Plan a lo largo del primer semestre de 2012. Pues bien, nos adentramos en la última recta del año, y del Plan de Igualdad no sabemos casi nada.
Y decimos "casi nada" porque en junio las organizaciones sindicales recibimos un correo, para nuestro "conocimiento y estudio" con información estadística sobre las características generales de la plantilla. Tras su análisis, comunicamos a la Corporación nuestra decepción ante la insuficiencia de los datos remitidos para realizar un diagnóstico eficaz de la situación, necesidades y oportunidades reales de mujeres y hombres en la plantilla municipal, al carecer de información sobre aspectos tales como el acceso a la formación, el disfrute de permisos, el capítulo de retribuciones, o accidentes de trabajo, entre otros.
Asimismo, consideramos que resulta imprescindible que se haga partícipe a la plantilla municipal del inicio de proceso de elaboración del Plan de Igualdad, con el fin de concluir un diagnóstico participado. Queremos evitar que la elaboración del Plan de Igualdad del Ayuntamiento de Madrid se afronte como un mero trámite burocrático que la Corporación imponga por decreto, sin interés, sin compromiso, sin negociación y sin participación.
Ante los recortes históricos de derechos de las trabajadoras y trabajadores municipales, que afectan a la esencia de nuestras condiciones de trabajo, y especialmente, en lo relativo a la duración y distribución de la jornada de trabajo, la regulación de los permisos o las retribuciones económicas, no podemos permitir un Plan de Igualdad que, lastrado por estos recortes, se limite a "cubrir el expediente". Para evitarlo es necesario, primero, un diagnóstico que visibilice de forma efectiva las desigualdades existentes, y, segundo, un Plan que apueste por soluciones participadas que eviten el agravamiento de las desigualdades y que no sobrecarguen más al conjunto de trabajadoras y trabajadores municipales.