Desde que en 1848 un mormón llamado Sam Brannan descubriera oro en California, los pueblos indios de la zona oeste de Estados Unidos, hasta ese momento en relativa calma, fueron condenados a la desaparición. Se puede convivir con el hombre blanco, pero sólo cuando la tierra que ocupas no esconde ninguna riqueza que despierte su codicia.
En el corto periodo de un año se pasó, sólo en California, de una población de 1.500 personas, en su mayoría pacíficos agricultores y ganaderos, a más de 100.000 individuos dominados por el ansia de riqueza a cualquier precio. Mineros, aventureros, vividores, explotadores, especuladores y todo tipo de indeseables se dieron cita en el Far West.
Hasta ese momento, indios y colonos habían mantenido buenas relaciones, pero desde ese momento, Indios Pueblo, Navajos y, sobre todo, Apaches (Kiowas y Sioux ya habían sido vencidos en el centro del continente) no tuvieron más remedio que desenterrar el hacha de guerra para intentar mantener la integridad de sus territorios.
Pero el ferrocarril y el telégrafo cada vez avanzaban más deprisa y cada vez llegaba más gente dispuesta a hacer negocios con lo que fuera. Y más aventureros, y más pistoleros. Los que antes de dedicaban a asaltar caravanas y diligencias, ahora arremetían contra trenes y bancos. En este caldo de cultivo florecieron personajes como Buffalo Bill, Billy El Niño, Butch Cassidy, Sundance Kid, Black Bart o "Serpiente de Cascabel" Dick.
Cuando eran apresados se les colgaba de los árboles sin juicío previo, pues la ley aún no había llegado al Oeste. A veces había decenas en los bordes del camino. Esta situación es la que llevó a los pueblos a la invención del sheriff, normalmente un personaje de pasado dudoso, pero muy hábil con el revólver, que recibía de la comunidad un salario que le compensaba de "retirarse" de la vida que llevaban los que ahora tenía que cazar.
Poco a poco, las tribus indias rebeldes fueron cayendo y siendo confinadas en reservas.. Primero, fueron los Indios Pueblo; después, los Navajo. Este pueblo merece mención aparte, pues no cesó de luchar contra el invasor europeo desde 1582, en que tuvo su primer encontronazo con los españoles, hasta 1866, en que su último jefe, Manuelito, fue capturado y obligado a sumarse a lo que se conoce en la historia como la "Larga Marcha de los Navajos" por la que abandonaban sus tierras ancestrales y se dirigían, flanqueados por el Ejército a la reserva Bosque Redondo, en Fort Summer, Nuevo México.
Pero aún quedaban los Apaches, quizás la tribu más resitente con la que se tuvo que ver Estados Unidos , sobre todo los Apaches Chiricahuas.
Descendiente del gran Cochise y contemporáneo de Taza, Nana y Mangas Coloradas, Gerónimo, que nació en 1832 y cuyo verdadero nombre fue Goyathlay, llegó a jefe en 1876.
Gerónimo ya no luchaba por la tierra, sabía que era imposible. Gerónimo luchaba por la libertad, para que no confinaran a los suyos en una reserva . Día a día, grupos de apaches eran derrotados y apresados, pero la partida de guerrilleros chiricahuas de Gerónimo siempre lograba burlar a las fuerzas gubernamentales. Incluso cuando, por fin, eran reducidos y confinados, acababan logrando huir otra vez a sus montañas gracias a alguna treta. Hasta tal punto llegó el nerviosismo que provocaba en la mismísima Casa Blanca que en 1886 se ordenó su detención a toda costa. Hicieron falta cinco mil soldados (alrededor de un tercio del ejército en aquella época) quinientos scouts apache y otro grupo numeroso de voluntarios para perseguir a 24 guerreros rebeldes a las órdenes de Gerónimo.Por fin, su rendición se produjo en Sierra Madre, el 4 de septiembre de 1886.
Los Kiowas y Comanches habían sido en el pasado enemigos mortales de los Apaches, pero, en esta ocasión, estuvieron orgullosísimos de compartir su reserva en Fort Sill, territorio de Oklahoma, con Gerónimo y los suyos, quienes llegaron allí en 1894, cuatro años después de la Masacre de Wounded Knee, última batalla con pueblos amerindios y, según todos los testigos, debida a un error, pues, durante uno de los traslados a reservas, mientras se desarmaba a los indios, se disparó un arma y todos se pusieron nerviosos.
Gerónimo murió en Fort Sill en 1909 y los Chiricahua vien en la actualidad en Nuevo México junto a los Mescaleros.
Mark Twain, autor de Las Aventuras de Tom Sawyer o El Príncipe y el Mendigo, nacido en Florida, en 1835, protagonizó muchas aventuras antes de conventirse en un famoso escritor, entre ellas fue buscador de oro y plata en el lejano Oeste, experiencia que relató en su obra La Vida Dura. Este libro es una de las mejores críticas sobre la vida en Far West en la época de la fiebre del oro, narrada, eso, sí, con mucho sentido del humor.